Este mural se instaló en la casa del ingeniero de la obra de un embalse cercano a Córdoba.
Hoy sigue en el mismo lugar, pero ahora forma parte del hogar del capataz encargado del mantenimiento de dicha presa.
Está colocado sobre una chimenea y cerca de una gran ventana.
Data aproximadamente de 1967 y es uno de los escasos murales que realizó Antonio Povedano con esta técnica.