Tras la estancia en Ibiza, Antonio Povedano pasó varias temporadas en su villa de adopción, Priego, donde expuso en el Casino (septiembre de 1949), y pintó retratos y paisajes durante los primeros años de la década de los 50.
A sus excursiones para pintar los bellos paisajes de la Subbética cordobesa se le unieron algunos aficionados a la pintura de dicha villa. Y entre ellos destacaba su entrañable amigo Rafael Barrientos.
Bastantes años después, cuando en 1987 recogió los nombramientos de «Prieguense del año 1986», concedido por la revista «Adarve», e «Hijo adoptivo de Priego», por parte del Ayuntamiento, Rafael Barrientos y otros aficionados a la pintura le propusieron volver a salir al campo para pintar aquellos paisajes. Esta propuesta fue bien recibida por el alcalde y, fruto de ese entusiasmo, nacieron los «Cursos de paisaje» en el verano de 1988. Vemos aquí la primera foto con los primeros alumnos.
En los años siguientes fue incrementando tanto la demanda que hubo que ampliar el profesorado, aparte de que había desde el principio actividades en paralelo, como conferencias, charlas y otros eventos artísticos. Pero eso es ya otra historia.
Antonio Povedano Bermudez 